Francisco Prados
explica que el sistema funciona bien en países europeos, que es bueno
para mejorar la imagen turística y abaratar los coste de limpieza en las
vías públicas y sugiere, a su vez, el inicio de campañas de
concienciación en centros escolares y lugares públicos

Francisco
Prados ha comentado que primero habría que colocar estos dispositivos
en aquellos lugares en donde hay más jóvenes o se venden chicles, es
decir, en los centros educativos, junto a quioscos, supermercados y
centros de ocio. “Los operarios del servicio de limpieza los retirarían
con la misma frecuencia que se vacían las papeleras. Creemos que sería
una buena solución a la desagradable visión de miles de manchas negras
en el suelo de nuestros pueblos”, ha aclarado.
Prados
argumenta que esta sería una buena fórmula, además de para mejorar la
imagen turística de Almuñécar y la Herradura, de reducir los cerca de
cuatro millones de euros que el Ayuntamiento sexitano dedica a la
limpieza de la vía pública.
“Pensamos
que iniciando campañas escolares de concienciación y divulgativas a
través de los medios y cartelería para que no se tiren los chicles al
suelo y utilizando este sencillo método colocado en sitios clave para
depositarlos, sería posible, si no erradicar el problema, al menos
minimizarlo al máximo”, argumenta el portavoz socialista.
Desde
el PSOE sexitano aseguran que el turismo depende mucho de la limpieza y
no se puede perder una de las mayores fuentes de riqueza por no hacer
lo suficiente, bien desde el ámbito de la educación o de la búsqueda de
soluciones imaginativas pero igualmente “sencillas y eficaces”.
“La
limpieza es un aspecto importante a la hora de elegir un lugar u otro
donde pasar las vacaciones. Y muchas veces no es cuestión de limpiar
más sino de ensuciar menos y poner todos los medios para que esto sea
así”, afirma Francisco Prados, quien cree, además, que educar para el
futuro es la mejor medida para mantener una ciudad limpia.
“Hay
municipios en nuestro entorno que están intentando buscar solución a
este problema de educación y limpieza. Y la solución puede ser un simple
panel con un papel adhesivo con la leyenda “deposite aquí su chicle”,
que es retirado por los servicios de limpieza cuando tiene un número de
chicles suficientes. En municipios ingleses hemos comprobado que es una
buena solución. Se instala en elementos urbanos como farolas o papeleras
y la gente los deja ahí ¿Por qué no probar en Almuñécar y La Herradura
este sistema?” se pregunta.
“Entendemos que fomentar el uso de estas
pequeñas instalaciones tiene un doble fin: primero educativo, para que
la ciudadanía se mentalice a depositar las basuras en los lugares
adecuados para ello. Y, luego, estético, pues mejora la limpieza y, por
tanto, la belleza de nuestra calles y plazas”, concluye Prados
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